Los denunciantes mantienen que l construcción de la planta incumple la Directiva de Aves comunitaria, por considerar que sus emisiones "de gases tóxicos y altamente contaminantes" afectarán negativamente a algunas especies de animales en peligro de extinción que habitan en la zona.

Los conservacionistas aseguraron que en el área donde los responsables municipales tienen previsto instalar la incineradora habitan importantes poblaciones de halcón común, milano negro y cernícalo primilla.

En la queja especifican que nidifican, al enos, diez parejas de halcón común, una de alimoche, una de búho real, cincuenta de milano negro, cuarenta de cernícalo primilla y otras cuarenta de cigüeña blanca.

Estas especies están incluidas en el anexo uno de la mencionada directiva, que insta a los distintos estados a proteger sus hábitats.

La Comisión de las Comunidades Europeas pedirá a las autoridades españolas que remitan las alegaciones pertinentes, ya que el máximo y único responsable de este tipo de actuaciones ante el organismo comnitario es el Gobierno de la nación.

Según Aedenat, la incineradora tendrá capacidad para tratar 600 toneladas de basuras al día y su construcción requerirá una inversión cercana a los 8.000 millones de pesetas.

La organización ecologista insiste en que el proyecto constituye un grave atentado contra la salud de las personas y del medio natural, por lo que ha exigido al Ayuntamiento de la capital que reconsidere su postura y al Gobierno regional que impida la construcción de la planta.

Alreddor de cuarenta organizaciones vecinales, políticas y ecologistas han convocado para el próximo domingo la segunda marcha contra la incineradora de Valdemingómez.