Según los conservacionistas, las calderas de carbón contribuirán a aumentar las emisiones de óxidos de azufre y de partículas en suspensión, especialmente en el centro de Madrid, donde se concentran la mayor parte.

Sin embargo, Aedenat insiste en que los automóviles son los mayores responsables de la cotaminación en la ciudad por su elevada tasa de emisión de monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, plomo e hidrocarburos inquemados.

A su juicio, el ayuntamiento no adopta las medidas adecuadas para reducir la presencia de estas sustancias en la atmósfera de la ciudad.

Asimismo, resaltaron que de las veinte estaciones con las que cuenta la Red de Vigilancia Atmosférica, sólo dos están capacitadas para medir los hidrocarburos y aseguran que otros contaminantes, como el ozono, no se miden de formaautomática.

La organización volvió a exigir a los responsables políticos que controlen adecuadamente todos los contaminantes que existen en la atmósfera madrileña y que fijen criterios de calidad de aire más restrictivos.

También insistieron en la necesidad de restringir el uso del vehículo privado y de realizar estudios epidemiológicos que evalúen el impacto que la contaminación produce en la salud de los ciudadanos.