Así lo indicó en un encuentro telemático con accionistas en el que se explicaron los resultados de la compañía en el primer semestre fiscal de 2022, comprendido entre abril y septiembre, en el que la compañía rebajó sus ingresos netos hasta los 215 millones de euros, en comparación con los 236 millones del mismo período del año anterior, y las entregas de 712 a 524.

Martínez explicó que las promotoras inmobiliarias suelen concentrar la mayoría de entregas en la segunda parte de sus años fiscales y una “cantidad baja” en la primera parte, motivo por el cual se obtiene “más información” sobre la compañía por las ventas que la promotora prevé de cara a los próximos años.

Así, explicó que de estas 3.000 viviendas están vendidas un 21%, una cantidad con la que se sienten “cómodos” y que pretenden elevar al 30% o 35% a finales de este año natural. “Tendremos dos años más para vender el resto”, señaló.

Además, señaló que esperan terminar 2022 con 2.000 unidades entregadas y elevarse a 2.600 para el cierre del año fiscal. “Esto ocurrió igual el año anterior y ocurrirá el próximo año”, subrayó en referencia de nuevo a la concentración de las entregas en la última parte del año.

En cuanto al “grado de avance de construcción que muestra la alta visibilidad en el cumplimiento del plan de negocio” que destacó en la exposición de resultados, Martínez lo achacó a una combinación del “incremento de precio” y del “mix de producto”.

Por otro lado, confirmó que la política de dividendo, que incluyó el pago de 59 millones por dividendo complementario pagado correspondiente al del ejercicio 2021, permanecerá “sin cambio”.

También detalló que la posición de caja, que se redujo en 119 millones de euros hasta los 120,3 millones de marzo a septiembre, estará en “posiciones muy similares” que en el último ejercicio.