Riera-Marsá añadió que "las tiendas de ultramarinos" que no se encuentren integrados en centrales de compra tenen que especializarse en una gama corta de productos complementaria a la que ofertan las grandes superficies, o comidas preparadas (como garbanzos guisados o pollos asados).

Otro tipo de tiendas con productos frescos como charcuterías, carnecerías o fruterías sí que podrán sobrevivir a la competencia en precios de hipermercados, supermercados y más recientemente a las tiendas descuento (tipo Dia).

Para que las empresas integradas en AECOC, unas 10.000 entre fabricantes y distribuidores, puedan ponerse a la competencia del "hard-discount" (descuento duro) alemán que se está empezando a introducir en España (Lidl, por ejemplo), deberán mejorar sus relaciones entre sí y abaratar los costes.

No obstante, los responsables de AECOC admitieron que las grandes superficies y las nuevas fórmulas comerciales facilitan la entrada de productos alimenticios de fuera de España, ya que éstos no necesitan ni estructura comercial ni de distribución para ello.

El 10º Congreso de AECOC, que se celebrará e proximo miércoles y jueves en Valencia, reunirá a fabricantes y distribuidores para seguir buscando fórmulas de cooperación, uno de cuyos ejemplos es el código de barras que hoy incluyen casi todos los productos alimenticios y de higiene.