Así consta en el nuevo documento sobre gobierno corporativo y RSC de la AECA, presentado hoy en Madrid por su coordinador, José Miguel Rodríguez, profesor de Economía y Finanzas de la Universidad de Valladolid.

Bajo el título "Gobierno y Responsabilidad Social de la Empresa", el documento de AECA sostiene también que las empresas con políticas avanzadas de RSC deben estar dispuestas a reducir los beneficios accionariales en algunos casos.

José Miguel Rodríguez desgranó el contenido del informe, según el cual "el sistema actual de gestión de la RSC en las empresas españolas tiene un carácter instrumental", ya que las decisiones dependen solo de los accionistas y de los directivos.

"En dicho modelo, la gestión se orienta siempre al beneficio del accionista y los demás grupos de interés se conciben como reguladores secundarios", explicó el profesor.

No obstante, continuó, "existe un modelo avanzado de RSC en el que las compañías funcionan como agencias 'multistakeholders' y su objetivo es crear riqueza para todos".

"Ello implica que, si es necesario, las compañías están dispuestas a reducir los beneficios de sus accionistas en favor de otros grupos de interés", aclaró.

Del mismo modo, el estudio afirma que, aunque los Consejos de Administración de las empresas pueden incluir a todos los elementos que se ven influidos por la actividad de la compañía (trabajadores, clientes, proveedores, etc.), "esta visiónapenas es conocida en España".

El documento AECA propone así varias recomendaciones para avanzar en este terreno, entre las que destacan la de considerar las prácticas del gobierno empresarial como parte integrante de la política de RSC, "para que estas medidas se decidan en el mismo Consejo de Administración, y no en departamentos estancos".