Se trata de una campaña de "mailing" dirigida a pensionistas británicos, llevada a cabo por una compañía londinense, en la que se ofrecen botes de 20 píldoras Viagra al precio de 17 a 25 libras cada bote, es decir, de unas 4.250 a unas 6.250 pesetas.

La campaña fue descubierta por las autoridades cuando una pensionista de Liverpool declaró haber recibido uno de estos mensajes publicitarios en su domiciio, dirigido a su marido, fallecido poco tiempo antes.

"Es una desgracia que se ofrezca a la gente este producto sin licencia y además es algo irresponsable e ilegal", declaró el presidente del Consejo Medioambiental de la ciudad de Liverpool, Eddie Clein, al tiempo que lamentó que se lance una campaña sin ofrecer la suficiente información sobre los riesgos de este fármaco y las dosis recomendables.

La investigación ha quedado en manos de la Agencia de Control de Fármacos en el país para concreta los peligros de esta campaña y estudiar posibles lagunas en la actual regulación de este tipo de publicidades.