Esta es la primera vez en España que una mujer invidente y soltera ha roto ambas "barreras", lo que le ha permitido hacer realidad su deseo de ser madre, pese a su deficiencia y a su estado civil. "Hay muchos niños con minusvalía a los que nadie quiere adoptar y yo quería romper con esto", declaró.

Ante esta situación, Adoración Muñoz anunció a Servimedia que va a poner en archa una organización no gubernamental de ayuda a personas con discapacidad en el Tercer Mundo, con el objetivo de convertirse en el enlace entre estos menores discapacitados y abandonados y las personas que quieran adoptar a niños de estas características.

"Sé que en estos momentos hay un par de gemelos que necesitan de una familia y que su única oportunidad está en España, ya que las personas discapacitadas en países como Colombia sólo tienen una oportunidad: mendigar", comentó.

Adoración Muño ha conseguido adoptar una niña de dos años, Alegría Natalia, tras luchar contra toda la burocracia que le ha puesto numerosos impedimentos debido a su falta de visión y a su estado civil.

"Normalmente", explicó, "las instituciones prefieren que los niños se críen en una familia, con padre y madre, pero como a estos niños nadie les quiere, siempre es preferible dársela a alguien como yo que dejarla abandonada en una institución".

Muñoz hizo su petición en la Delegación Territorial de Servicios Soiales de Alicante en agosto de 1994 y desde un principio supo que el hecho de ser ciega le ocasionaría muchos obstáculos para conseguir un hijo adoptado. En octubre de 1995 conoció a miembros de la Asociación de Ayuda a Colombia y fueron ellos quienes le ayudaron a formalizar la adopción de Alegría Natalia.

BUROCRACIA

"La adopción", señaló esta trabajadora de la ONCE, que agradece mucho el apoyo de esta institución, "se hizo realidad el pasado día 12 de febrero. A Colombia viajé en compañía de mi cuado para hacerme cargo de la niña y concluir con el papeleo. Además, he de decir que las autoridades colombianas no han puesto tantas trabas burocráticas como hicieron en España".

Adoración tenía ganas desde hace mucho tiempo de formar una familia con niños discapacitadas, y por ello está esperando formalizar los papeles para traerse consigo a otro pequeño. "Cuando viajé a Colombia quería traerme a otra niña de 12 años y sorda, pero las autoridades colombianas han preferido que me acostumbre a esta nia y a lo mejor con el tiempo podré hacerme cargo de otra niña", explicó.

Esta alicantina cuenta con los medios suficientes para mantener una familia y ha sido ella quien ha sufragado todos los gastos que ha ocasionado la adopción: viajes, pepeleo, estancia en Colombia, etc.

Adoración Muñoz, que disfruta ahora de un permiso maternal de 6 semanas, quiere educar a su hija como cualquier madre. "El mayor problema que encuentro ahora es darle de comer, pero cuando la comida no le llega a la boca, gruñ y eso me ayuda. Muy pronto comenzará a ir al centro de educación especial de la ONCE y cuando todo esto pase nos convertiremos en una familia normal", concluyó.