Suárez y Aznar coincidieron en un vuelo Valencia-Madrid el pasado 13 de enero, después de que ambos asistieran ese día a dos actos por separado. Suárez recibía en la capital del Turia el premio Manuel Brosetaa la convivencia, y Aznar, por su parte, asistía a una reunión en Alzira con afectados por la rotura de la presa de Tous.

Por la mañana, ambos se saludaron en el aeropuerto de Valencia (posaron para los reporteros gráficos) y, por la tarde, ya en el avión de vuelta a Madrid, Suárez y Aznar departieron sobre la situación política del país.

Es en este momento, según las fuentes consultadas, cuando Suárez se ofrece al presidente del PP para mediar con el jefe del Ejecutivo, a lo que Aznar le respond si Felipe González quiere hablar, "sólo tiene que descolgar el teléfono y llamarme".

El pasado lunes, 23 de enero, diez días después de ese encuentro, José María Aznar revelaba al Comité Permanente de su partido que "muy mal tiene que estar la situación para que cada vez haya más intermediarios que quieren solucionar los problemas entre el Gobierno y el PP. A todos esos intermediarios les digo simplemente una cosa: si Felipe González quiere hablar, sólo tiene que descolgar el teléfono y llamarme", seún informaba al término de la reunión un portavoz del partido.

La misma fuente matizó posteriormente que el presidente del PP habló a la dirección del partido de "muchos" intermediarios, que proceden de diversos ámbitos, fundamentalmente el socioeconómico.

DESAYUNO FALLIDO

Esta oferta de mediación de Suárez hoy conocida se produjo en una semana en la que también hubo intento fallido de desayuno entre Jordi Pujol y Aznar, aprovechando la visita de éste último a Barcelona para hablar ante los empesarios en el Círculo de Economía de la Ciudad Condal.

Las fuentes consultadas aseguran que Pujol mostró su interés en desayunar con el presidente del PP en la mañana del miércoles 18 de enero, al día siguiente de su encuentro con los empresarios catalanes. En principio, Pujol propuso que el desayuno fuera en la Presidencia de la Generalitat, a lo que Aznar se opuso.

El PP rechazo esa posibilidad para no dar imagen de que Aznar `despacha' con el dirigente catalán, máxime después de haber criticad cómo el ministro de Economía y hacienda, Pedro Solbes, fue al despacho de Pujol a explicarle el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 1995 antes de presentarlos a las Cortes. Aznar afirmó que "en Barcelona hay muchos hoteles" para desayunar.

Pujol no accede y propone una segunda alternativa a su despacho, el Edificio de los Canonges, sito muy cerca de la Generalitat. Aznar rechaza y todavía a día de hoy ese desayuno está pendiente de celebración.