Según Polaino, "el adolescente de hoy sufre más que otras generaciones. Un tanto por ciento importante ha sido maltratado en su infancia. Muchos no se sienten seguros en su casa, porque nadie les valora. Otros no conocen a su padre, o tienen el dolor de ver cómo sus padres han discutido violentamente siempre. Estos son problemas que, si no se resuelven, generan en el adolescente odio, agresión y resentimiento que luego proyectan socialmente".

El catedrátco de Psicopatología señaló que las series de televisión y las películas "en las que se exalta la violencia por la violencia influyen en sus comportamientos violentos. Como la gente joven ve muchas horas de televisión, y como uno de los aprendizajes más afianzados en el ser humano a esas edades es la imitación, los adolescentes aprenden y luego repiten lo que han visto".

Asimismo, afirmó que "el absentismo de la generación adulta condiciona los modelos de conducta aberrante de la generación joven. Y cmo todos somos solidarios e interdependientes, la sociedad recoge lo que ella misma siembra. El adolescente no es el culpable o, al menos, no es el único culpable".