Los entrenadores de fútbol que están titulados en centros educativos públicos o legalmente autorizados por las administraciones estatales no pueden ejercer su profesión fuera de España si no cuentan con la citada licencia.

La RFEF les niega sistemáticamente el acceso a esa licencia, mientras que los que han conseguido sus certificados a través de los medios federativos la obtienen con facilidad. Por este motivo, muchos de los técnicos que han recurrido a la Justicia han tenido que rechazar ofertas de trabajo en el extranjero.