Estas ayudas se destinaron principalmente a la constitución de nuevas cooperativas y SAL, con especial atención a las que incorporan jóvenes menores de 25 años o parados de larga duración, y a paliar déficits financieros, mejoras tecnológias y procesos de reconversión en las ya existentes.

Las subvenciones concedidas el pasado año a las cooperativas y SAL fueron ligeramente inferiores a las que recibieron en 1989, que se situaron en 3.144,6 millones de pesetas.

En los últimos ocho años, las subvenciones oficiales a las cooperativas y sociedades anónimas laborales se han triplicado, pasando de 1.013,7 millones de pesetas en 1983 a 3.105,3 el pasado año. 1989 fue el ejercicio en el que se concedieron más ayudas a estas asociaciones. De los 3.105,3 millones en 1990, la mayoría, un total de 2.113,7, fueron ayudas directas a las cooperativas y SAL y subvenciones para la reducción de los tipos de interés de préstamos para inversiones en capital fijo.

El resto se repartió entre rentas de subsistencia (466,2 millones de pesetas), ayudas para la formación y promoción del cooperativismo (262,9 millones) y prestación de asistencia técnica a cooperativas y sociedades anónimas laborales (262,3 millones de pesetas).

La mayor parte e las subvenciones otorgadas por la Administración a este tipo de organizaciones en 1990 fueron concedidas directamente a las cooperativas y sociedades anónimas laborales, un total de 1.073,3 millones de pesetas.

Además, las asociaciones de cooperativas y sociedades anónimas laborales recibieron 779,4 millones de pesetas y los centros colaboradores con estas organizaciones 104,6 millones de pesetas. A estas cantidades hay que unir otros 1.147,8 millones de pesetas transferidos a las comunidades autónoas para estos conceptos.

En 1990 se inscribieron 1.671 nuevas cooperativas en los registros, frente a las 1.931 de 1989, con un total de 17.017 socios. El número de sociedades anónimas laborales constituidas el pasado año fue de 421 y contaron con 3.051 socios iniciales.