Galindo y Vaquero fueron trasladados ayer por la tarde de la prisión militar de Alcalá de Henares (Madrid) al centro penitenciario civil de Ocaña-2 en Toledo.

De esta manera, será ahora la Administración penitenciaria la que tenga la última palabra en torno a la libertad de los dos únicos condenados por el "caso Lasa y Zabala" en prisión. Ambos internos tienn en estos momentos el segundo grado penitenciario.

La última revisión del grado penitencario de Galindo fue en el mes de marzo y se le mantuvo en el segundo grado. Según la ley penitenciaria, las revisiones de grado tienen un plazo máximo de seis meses, por lo que como muy tarde a finales de septiembre la dirección de la cárcel de Ocaña deberá haberse pronunciado sobre la libertad del ex general.

En el caso de que la Junta de Tratamiento de la cárcel le mantega el segundo grado, Galindo puede reurrir esta clasificación ante el Juzgado Central de Vigilancia, al haber sido juzgado por la Audiencia Nacional. En ese caso, el magistrado no tiene plazo para dictaminar.