El portavoz de la organización ecologista andaluza explicó que el PFA tendría que haber comenzado a apicarse a finales de 1989, "pero desde nuestro organismo tenemos que empujar a la Junta para aplique las normas que ella misma crea".

Según un informe de la CEPA, la comunidad andaluza registró hasta este mes de octubre 1.926 incendios forestales, con un total de 70.070 hectáreas quemadas. De la superficie arrasada, 46.283 hectáreas pertenecían a superficie arbolada, 18.473 a matorral y 5.314 a pastos.

El estudio indica, además, que el 29 por ciento de los incendios forestales han sido intencionads, el 18 por ciento por negligencia, el 4,3 por ciento por causas accidentales y el resto por causas desconocidas.

Los eucaliptos han sido la especie más perjudicada, con cerca de 16.000 hectáreas arrasadas, seguidos de pinos (13.200), encinas (6.715), alcornoques (1.270), algarrobos (1.270), acebuches (540) y quejigos (115).

En opinión de Juan Mellado, ni la Administración autonómica ni los partidos de la oposición presentes en la Junta de Andalucía "se molestan en que la normas se apliquen; el lan Forestal tienen que ser algo más que una mera cuestión de imagen".

"Es importante", recalcó el representante de la CEPA, "que a partir de ahora la Junta adopte medidas serias para combatir los incendios y por lo menos intentar salvar las zonas afectadas este año".

La legislación española recoge varias posibilidades y figuras jurídicas cuyo objetivo principal es proteger el bosque y el monte. "Lo ideal es que los terrenos quemados este verano sean declarados montes de interés forestal o montesprotectores", indicó Mellado.

El PFA, que fue aprobado por la Junta de Andalucía en noviembre de 1989, incluye entre sus objetivos la lucha contra la desertificación, la restauración de los ecosistemas forestales degradados y la defensa contra los incendios.