Los contratos adjudicados "a dedo" en 1989 fueron 3.277, por un importe de 171.043,8 millones de pesetas, cantidad que representó el 35 por ciento de la contratación efectuada por el Estado en dicho año, que ascendió a 488.600 millones.

El resto correspondió a contratos adjudicados mediante concurso (272.611 millones de pesetas) o subasta (45.05 millones). En relación a 1988, el descenso de la contratación realizada por estos dos procedimientos fue de 14.862 y 16.352 millones, respectivamente.

Por contra, la adjudicación directa aumentó un 53,5 por ciento, ya que en 1988 ascendió a 111.433 millones de pesetas y supuso la cuarta parte de la contratación total, cuyo importe se situó en 460.294,5 millones. Todos estos datos reflejan un recurso creciente a la contratación "a dedo" tanto en términos absolutos como relativos.

De total de adjdicaciones "a dedo" realizadas en 1989, 84.146 millones de pesetas fueron colocadas en contratos de suministros, 75.895 millones en contratos de obras y 11.001 millones en contratos efectuados para otros fines.

El Ministerio de Defensa acaparó el 42 por ciento de todos los contratos directos: 811 de suministros, por un importe de 64.438 millones pesetas; 155 de obras, por 3.318 millones; y 122 de otras clases, por 4.983 millones.

También recurrieron a la contratación directa el Ministerio de Inteior, para proyectos por una cuantía total de 27.967 millones de pesetas y los departamentos de Obras Públicas y Transportes, por otros 34.285 millones.

Estas cantidades reflejan que, en relación a 1988, la Administración aumentó casi un 250 por cien el recurso a la adjudicación "a dedo", en el caso de las obras públicas y transportes, y en torno a un 180 por ciento en el área de Interior.

SOLO CUATRO MINISTERIOS NO LO HACEN

Otros ministerios que contrataron "a dedo" son los de Educación y Cienca (por 15.838 millones), Economía y Hacienda (7.010), Relaciones con las Cortes (4.206), Agricultura (3.547), Cultura (1.982), Trabajo y Seguridad Social (1.849) y Sanidad y Consumo (1.082).

De menor cuantía son las adjudicaciones realizadas por los ministerios de Administraciones Públicas (405 millones) y Portavoz del Gobierno (119 millones). No recurrieron a este sistema de contratación, según los datos oficiales, los departamentos de Asuntos Exteriores, Industria, Justicia y Asuntos Sociales.

l recurso tan frecuente a la contratación directa contrasta con las restricciones establecidas en el vigente Reglamento de Contratación del Estado, que delimita de manera pormenorizada los supuestos en que, excepcionalmente, la Administración podrá prescindir de concursos y subastas para adjudicar obras o servicios.

Concretamente, el reglamento establece que por contratación directa sólo podrán adjudicarse obras o servicios cuando sea imposible promover concurrencia, en situaciones de reconocida urgenia para hacer frente a necesidades apremiantes, al quedar desierta una adjudicación por falta de licitadores, y en los casos protegidos por el secreto cuando está en juego la protección de los intereses esenciales de la seguridad del Estado.

Los posibles abusos cometidos en la adjudicación directa de contratos del Estado motivaron recientemente una pregunta parlamentaria del senador popular José Miguel Ortí Bordás.

A su juicio, el Gobierno "está haciendo un uso indiscriminado de la adjudicación drecta de contratos eludiendo principios de publicidad y concurrencia", ya que la contratación directa "no ofrece las suficientes garantías en cuanto a calidad y oferta".