Varios profesionales de la predicción argumentan, en defensa de los que trabajan y los que siguen estos temas de forma seria, que varias universidades francesas y británicas incluyen la Astrología entre sus disciplinas y ofertas educativas y que la misma reina de Inglaterra, Isabel II, defiende personalmente todo este tipo de estudios.

"¡Putada, tú!", declaró un lector de cartas del Parque del Buen Retiro, visiblemente indignado."¿Quién dices, la Iglesia? pero si se han pasado la Historia haciendo negocios".

Más sereno que su compañero, José Luis Fernández, más conocido en los círculos del esoterismo como profesor Falkhon y presidente del colectivo de echadores de cartas del parque, considera que la Iglesia exagera con este tema. "Es un intento de actualizar el concepto de pecado", dijo a Servimedia, "y se equivocan con tanta diversificación. Nosotros somos gente seria".

Leonor Alazraki, colaboradora habitual de diversosmedios de prensa y radio en temas de futurología, opina que no hay que sacar las cosas de quicio y cree firmemente que la orientación a través de las "mancias" no hace daño a nadie. "Lo que intentamos nosotros es orientar", explica, "ayudar a comprenderse mejor uno mismo, a estar mejor con los demás, a poder hacer mejor nuestro trabajo".

La astróloga argentina opina que la Iglesia no está en lo cierto si considera que la Astrología inhibe a la gente de sus problemas. "Este tipo de orientaciones -siempe que las realicen personas serias- se hacen con los pies en la tierra. Si es por inhibir y por engañar, creo que hay otros seres que son los que engañan, no una persona que mira dentro del otro para intentar ayudarle".

Alazraki, que se define como investigadora de las Artes Adivinatorias, cree que mientras la Astrología no llegue a impartirse en la Universidad no tendrá una consideración seria. Esta inclusión en los planes de estudio españoles permitiría, en su opinión, acabar con parte de los "fantamas" que rondan al desconocimiento de estas ciencias.

Por su parte, el astrólogo Daniel Dancourt considera "anacrónica" pero "lógica" la actitud de la Iglesia. "Esto es un tejemaneje que se traen el Ratzinger y la cúpula conservadora católica", opina, "que están todos fuera de tiempo".

Dancourt considera que la Iglesia debería preocuparse de lo que, en su opinión, son verdaderos pecados. "Ellos (en referencia a los representantes eclesiales) dicen que su poder no es de este mundo", argumenta, "peo yo creo, como dijo una vez Jorge Luis Borges, que sí que lo es".

Con partidarios y detractores, el nuevo pecado por leer el horóscopo, aprobado por el papa Juan Pablo II el pasado julio, entrará en vigor tras la publicación del nuevo catecismo católico universal, en diciembre de este año.