La iniciativa hace especial hincapié en dos aspectos básicos: la limpieza de los márgenes de las vías en aquellos puntos considerados como más críticos de la red ferroviaria y el control exhaustivo, en cuanto a vigilancia y detección previa, de las posibles fuentes de ignición más habituales, como pueden ser los sistemas de frenado de los trenes.

El Plan también incluye una serie de obligaciones en materia de medio ambiente, entre las que figuran la determinación de Zona Forestal y Planes que le sean de aplicación, de acuerdo con la legislación vigente en cada comunidad autónoma, recogidos en un mapa en el que se detallan los espacios naturales a proteger y aquellas líneas con posible riesgo de incendio.

Igualmente, se han establecido acuerdos de colaboración con las distintas autonomías para la vigilancia y seguimiento de los trabajos en la vía y la investigación de aquellos incendios que se produzcan cercanos a las proximidades de las vías férreas, para determinar si su origen es consecuencia o ajeno a la explotación ferroviaria.