En un comunicado, Adena señaló que los supervivientes de estos animales, procedentes de Nicaragua, se encuentran actualmente en un safari madrileño, donde se está intentando recuperarles. Hay ejemplares de tortugas, basiliscos, iguanas y anfibios, tropicales.

Según Adena, los animales "permanecieron amontonados en pésimas condiciones en la Aduana de Barajas, a laespera de un destino definitivo", y fueron "gestionados como cualquier otra mercancía y embalados en bolsas de fertilizante", por lo que "la mayor parte de murieron durante la espera".

Según la citada organización, el tráfico de animales mueve cada año unos 2 billones de pesetas, de los cuales alrededor de 800.000 millones corresponden a especies protegidas.

Adena pide la aplicación estricta de las penas establecidas en el nuevo Código Penal, que establecen hasta dos años de cárcel para los que tafiquen con especies protegidas, y también reclama un mayor esfuerzo en campañas de sensibilización y educación.