Sánchez Lage declaró que se falsificaron los análisis de la Xunta, que quiere convertirle en chivo expiatorio para tapar otros casos donde se habrían usado sustancias prohibidas para el engorde de reses. Todos los animales tratados con estos productos fuern inmovilizados e incinerados antes de llegar al mercado.

Los hechos fueron descubiertos durante el verano de 1991, al detectarse 36 sacos de pienso adulterado. Sánchez Lage, propietario de la empresa Piensos Tino, de Guntín (Lugo), fue acusado de mezclar con sus productos clembuterol y tapazol para el engorde rápido del ganado, sustancias dañinas para la salud humana.

Según indicaron los peritos y letrados de la acusación particular, ejercida por la Xunta de Galicia, el clembuterol sólo está peritido con fines medicinales y el tapazol está prohibido.

El Colegio de Farmacéuticos de Lugo también se ha personado en la vista como acusación particular, por estimar que el empresario juzgado cometió usurpación de funciones, al distribuir sin receta productos farmacéuticos.

Sánchez Lage negó haber usado clembuterol para el engorde rápido del ganado y afirmó que "se demostrará claramente que ha sido todo un montaje muy mal hecho desde la Administración, con lo que han querido tapar otros casos, orque supuestamente había trece casos y no se han atrevido a dar el nombre de los otros doce".

Junto a Sánchez Lage fueron juzgadas en la misma causa otras doce personas, entre ellos el tratante de ganados Luis Díaz Brea, acusado de comprar para sacrificar un ternero inmovilizado por Sanidad. Para este acusado, el fiscal pide tres años de prisión, y otros tres para la productora que le vendió la res.

Los otros doce juzgados son ganaderos de la zona y están acusados de usar piensos a sabiendas de ue contenían clembuterol. Para cada uno, el ministerio fiscal pide ocho meses de prisión.