Los hechos se produjeron en la noche del 13 de abril, cuando, según fuentes próximas a la investigación, a la salida de un pub, Carlos se encontró a un desconocido sentado en su propio vehículo y en el transcurso de un discusión provocada alquerer desalojarlo de su coche, le asestó un golpe que lo derribó.

Poco tiempo después, apareció un guarda jurado que se hizo cargo del herido, que resultó ser un toxicómano aquejado de sida que murió dos días después de ser ingresado en la UVI de un hospital, según el auto de procesamiento, al que tuvo acceso Servimedia.

El juez de Motril (Granada) encargado del caso considera que la conducta del agresor podría ser constitutiva de homicido, por lo que le ha impuesto una fianza de 22 millones de esetas para hacer frente a la responsabilidad civil a que pudiera dar lugar la causa.

No obstante, los médicos forenses manifiestan sus dudas en cuanto a que el puñetazo hubiera podido ser la causa de la muerte, mientras que los representantes de la cátedra de Medicina Legal de la Universidad de Granada, que intervienen como peritos, descartan claramente que haya conexión entre ambos hechos.