Los hechos denunciados se produjeron el 25 de octubre de 1992, cuando, según la versión del denunciante, su agresor, de 18 años, le recogió en su coche a la salida de un pub del pueblo.

Posteriormente, amenazándole con una navaja, el procesado sometió a Miguel Angel G.L. a un serie de abusos deshonestos, aunque durante la vista de hoy la presunta víctima dijo no recordar si llegó a consumarse una penetración bucal.

Esta vacilación ha determinado que el fiscal, que provisionalmente calificó los hechos de violación, se haya decantado por tipificarlos como agresión sexual, rebajando la petición de pena de 17 a 2 años de prisión.

Miembros del departamento de Medicina Legal de la Universidad de Granada han confirmado que no hay indicios de que las manchas de semen halladas en una de las prendas del denunciante pertenecieran al procesado.

El abogado del presunto agresor pidió la libre absolución de su defendido yrechazó su participación en los hechos, ya que, según su versión, no vio a Miguel Angel ese día y dormía en su casa cuando fue despertado violentamente por los amigos de la víctima.