Acusa al Gobierno de "seguidismo" con la propuesta franco-alemana ------------------------------------------------------------------
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El Partido Popular cree que las Fuerzas Armadas españolas, con el presupuesto asignado para 1992 (822.000 millones de pesetas, 38.000 menos que el año en curso), no están en condiciones de afrontar los gastos que supondría sumarse a la iniciativa franco-alemana de ejército europeo, según afirmó hoy Javier Rupérez, diputado y miembro de la asamblea general de la OTAN.
Rupérez hizo estas declaraciones al término de la primera jornada de trabajos en comisión e este organismo de la OTAN (el plenario comienza el lunes con la intervención del presidente del Gobierno, Felipe González), que celebra su asamblea anual en Madrid desde hoy hasta el próximo martes.
Acusó al PSOE y al Gobierno de practicar el "seguidismo" respecto a los dos "grandes" europeos, por mostrar "satisfacción" y anunciar su deseo de participar en dicha fuerza, y dijo que la iniciativa de ambos países es, cuando menos, "inoportuna" en el tiempo.
Anunciada ahora, según Rupérez, puede suoner un factor más de deslegitimación de la OTAN, en un momento en el que esta organización está siendo cuestionada al haberse quedado sin enemigo, el Pacto de Varsovia.
Respecto a la posible incorporación de España, el portavoz del PP en la Comisión de Exteriores del Congreso de los Diputados aseguró que ello confirmaría la contradicción en que se mueve el Gobierno, que anuncia recortes presupuestarios en Defensa y luego se suma a la creación de un ejército transnacional, "que va a costar mucho diner, que nadie se engañe", advirtió.
Además, añadió, el ejército europeo no será operativo plenamente antes del año 2000, puesto que el soporte jurídico que utiliza, la Unión Europea Occidental (UEO), es "unas oficinas en Londres y en París", comparándolo con una alianza militar "real" (la OTAN) con más de 40 años de existencia y un poder de disuasión real.
Estas reflexiones de Rupérez coinciden con los recelos expresados contra la nueva estructura militar por el socio más importante de la OTAN, Estdos Unidos, y su principal aliado en el continente, Gran Bretaña, que ven en la iniciativa franco-alemana el germen del distanciamiento de la Europa unida con respecto a EE.UU. y Canadá.
CONTRADICCION DEL GOBIERNO
A propósito de la implicación española en esa fuerza netamente europea, el diputado del PP reforzó su tesis de que el Gobierno se mueve en la contradicción, recordando que todavía está por decidir qué tropas españolas participarán en la Fuerza de Reacción Rápida de la OTAN.
Esta fuerz de acción rápida pretende ser la reorganización definitiva de los efectivos de la Alianza Atlántica, una vez concluida la "guerra fría".
Rupérez recordó que la ambigüedad es la nota característica del Gobierno desde que se vio obligado, por compromisos electorales, a convocar el referéndum de la OTAN en 1985.
El último capítulo de esta ambigüedad, dijo, es la forma "talmúdica y complicada" con que el Ejecutivo afronta la participación española en esa fuerza de la OTAN, manteniendo que no supondr una integración en la estructura militar de la alianza (como decidió el pueblo español en el referéndum), cuando en la práctica "hay integración", concluyó Rupérez.
A este respecto, el PP presentó hoy en el Congreso de los Diputados varias preguntas al Ejecutivo para que clarifique su postura con respecto a la Alianza Atlántica. Entre otras cuestiones, el partido conservador está interesado en saber las razones que han inclinado al Gobierno por la iniciativa franco-alemana.
"¿Considera el Gobiero que el mantenimiento y modernización de la Alianza Atlántica es una condición indispensable para el futuro de la seguridad española?", pregunta el PP.
OBJETIVO, 2 POR CIENTO
Por su parte, el jefe de la delegación de diputados españoles en la asamblea anual de la OTAN, el socialista Pedro Moya, presente en la rueda de prensa con Rupérez, reconoció que, "por motivos coyunturales", el Gobierno recortará en 1992 los gastos en Defensa.
Añadió, no obstante, que eso no significa que el Ejecutivo hay abandonado el objetivo comunitario de dedicar cada Estado un 2 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de cada país a gastos militares.
Los 858.000 millones de pesetas de presupuesto militar para el año que viene suponen sólo el 1,37 por ciento del PIB español.
(SERVIMEDIA)
18 Oct 1991
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