Para los responsables de la industria farmaceútica española consultados por Servimedia, la decisión del G-7 es un gran impulso para la comercialización internacional de sus productos, sobre todo para empresas que estaban sufriendo serias dificultades para importar materias primas sujetas a aranceles, fabricar con mano de obra en España más cara y luego encarecer el producto final con recargos en frontera por parte de los países a donde se exporta.

"Todo esto", añdieron, "ahora desaparecerá, y será posible colocar en el mercado internacional los productos a costes más ajustados a la economía real de las empresas de farmacia".

"DESERTIZACION INDUSTRIAL"

Sin embargo, la patronal de la industria farmacéutica española, Farmaindustria, advierte que esa medida también es apta para los demás países industrializados de nuestro entorno, con lo que puede ocurrir que las grandes multinacionales con proyectos para crear filiales de producción en nuestro país, decidan ahra sustituirlos por sedes comerciales, cuyos costes de instalación son siempre más bajos.

Los industriales farmcéuticos consideran que este posible efecto nocivo sólo es posible paliarlo con una política interna del Gobierno que incentive la creación de empresas, y que haga atractiva la actividad productiva de productos farmacéuticos con un marco regulado de precios adaptado a la realidad del mercado.

Por su parte, los productores de licores destilados y bebidas alcohólicas conciben el riesgo de a decisisón de Tokio, en la reacción que países receptores tradicionales de su producción puedan adoptar, como es la compensación de la retirada de aranceles con recargos fiscales internos.

Para la Federación de Bodegas del Marco de Jeréz, una de las más potentes asociaciones de empresas de bebidas destiladas del país, el comercio con la CE "no tiene por qué variar" ya que en la actualidad no existen barreras arancelarias entre los "doce", pero sí se abren oportunidades en Asia (Japón, Taiwan, Singapu y Corea) y en Estados Unidos.