En concreto, se han establecido límites para las emisiones de las grandes instalacionesde combustión, nuevos techos más estrictos para cuatro contaminantes principales y el año 2020 como fecha límite para la realización de los objetivos a largo plazo.

El acuerdo global comprende varias resoluciones sobre dos propuestas de directiva aprobadas por unanimidad por la delegación del Parlamento.

La primera se refiere a las emisiones de tres sustancias tóxicas vertidas a la atmósfera por la grandes instalaciones de combustión: el óxido de nitrógeno (NOx), el dióxido de azufre (SO2) y las prtículas.

La segunda incumbe a la fijación de techos de emisión nacionales para cuatro contaminantes atmosféricos principales: el dióxido de azufre, los óxidos de nitrógeno, los compuestos orgánicos volátiles y el amoniaco.

En lo referente a las grandes instalaciones de combustión, el Parlamento ha conseguido el establecimiento del techo de 200 mg/Nm3, que se aplicará a partir de 2016 y constituirá un punto de referencia esencial en las negociaciones con los países candidatos de Europa central y riental.

Una cláusula estipula que la Comisión deberá evaluar los progresos conseguidos en relación al cumplimiento de los objetivos fijados por la UE para 2010 y proponer medidas que permitan alcanzarlos si llega a ser necesario.