Las principales actuaciones, consistentes en retirar de la calzada la nieve y el barrillo producido al deshacerse, tuvieron lugar en los puntos más importantes para el tránsio de peatones: bocas de Metro, entradas a colegios, clínicas y grandes hospitales.

La concejala de Medio Ambiente, Esperanza Aguirre, explicó que en esta ocasión se ha utilizado agua en lugar de sal, debido a que las temperaturas, pese a la nieve, no fueron muy bajas. "Tenemos la sal en previsión de que se produzca una bajada fuerte", añadió.

Además de los medios humanos, el Ayuntamiento dispone para casos de nevadas de 14 palas mecánicas, 79 baldeadoras (máquinas para quitar la nieve con agua), 1 distribuidoras de sal y 2.600 toneladas de este elemento.

La nevada se produjo de forma desigual y afectó más a los distritos periféricos, sobre todo los de la zona norte, como Chamartín, Hortaleza, Fuencarral, Ciudad Lineal y San Blas.

En el centro de la capital (Chamberí, Retiro, Salamanca, Arganzuela y Centro) los efectos de la nieve se dejaron notar en las zonas ajardinadas y fueron practicamente nulos en aceras y calzadas.

En la zona sur de Madrid, incluida la M-30, no hubo grandes prblemas, según el Ayuntamiento, que recordó que es el Ministerio de Obras Públicas y Transportes el encargado de la limpieza y conservación de los accesos a la ciudad, a partir del kilómetro 6.

Aguirre se mostró satisfecha por la llegada de la nieve, porque permitirá elevar el nivel de los embalses y solventará, parcialmente, "los problemas que está viviendo el campo en nuestra región".