Los ecologistas desplegaron una pancarta en la embajada francesa en la que podía leerse en español y francés: "Chirac: no más pruebas nucleares".

Además, cuatro de los activistas penetraron en el interior del edificio para entregar al embajador, André Gadaud, una réplica de un misil nuclear de 2,5 metros de altura con la inscripción "Stop Chirac", así como una carta explicándole los motivos de su protesta y exigiéndo que Francia cancele de forma inmediata la decisió de reanudar sus pruebas nucleares.

En la misiva, Xavier Pastor, presidente de Greenpeace España, recuerda que hoy se cumple el décimo aniversario del hundimiento del buque de Greenpeace "Rainbow Warrior" por parte de los servicios secretos franceses, atentado que ocasionó la muerte a un miembro de la tripulación, el fotógrafo portugués Fernando Pereira.

Cuando ocurrieron los hechos, el "Rainbow Warrior" permanecía atracado en el puerto de Auckland (Nueva Zelanda), preparándose para emprender unaprotesta pacífica en el atolón de Moruroa contra las pruebas nucleares.

Pastor explica en la carta que "mediante ese atentado, el Gobierno frnacés trató de impedir que Greenpeace llevara a cabo una protesta pacífica contra el programa de pruebas nucleares de Francia. Hoy mismo la historia vuelve a repetirse con el asalto por parte de la armada francesa contra el 'Rainbow Warrior II', que sustituye al buque hundido por los servicios secretos franceses".

"A pesar de ello", agrega Xavier Pastor, "ho, como hace diez años, Greenpeace mantiene firmemente su compromiso de luchar contra las pruebas nucleares y a favor del desarme nuclear total".

Cuando los comandos de la Marina francesa asaltaron ayer, domingo, por la tarde (hora peninsular), utilizando gases lacrimógenos, el "Rainbow Warrior II", el barco se dirigía hacia el atolón de Muroroa, en el Pacífico sur, para intentar impedir las pruebas nucleares subterráneas que el Gobierno galo tiene previsto reanudar.

ENSAYOS NUCLEARES

Para Greeneace, además del tremendo daño que para el medio ambiente suupone la realización de ensayos nucleares, el anuncio del presidente Chirac "pone claramente de manifiesto la falta de compromiso de Francia con el desarme y la no proliferación nuclear.

Además, la organización internacional advierte que la decisión de las autoridades galas pone en peligro la conclusión de un Tratado de Prohibición Total de las Pruebas Nucleares, que en la actualidad se discute en la Conferencia de Desarme de Ginebra.

Asmismo, Greenpeace cree que la postura francesa supone una "clara justificación" del programa nuclear de China, país duramente criticado por la comunidad internacional por haber ignorado la moratoria de pruebas nucleares que adoptó Rusia en 1991 y a la que se sumaron en 1992 Estados Unidos, el Reino Unido y la propia Francia.