Los mecánicos del barco, el holandés Rens Willet y el australiano Martin Smith, treparon a las instalaciones del vertido y taponaron la salida de los residuos con un artefacto de caucho inflado a presión desde el exterior con una botella de aire comprimido. A continuación colocaron una pancarta con la leyenda: "Así Solvay mata el río".

Mientras tanto, otro grupo de activistas se encaramaron a un puente ferroviario cercano y desplegaron una pancarta de 85 metros de longiud en la que se leía: "Solvay: deja de envenenar el Mediterráneo".

Juan López de Uralde, uno de los portavoces de la organización, explicó a Servimedia la policía ha requerido al portavoz nacional de Greenpeace España, Xavier Pastor, a que se presente en la comisaría de San Boi, cosa que hará mañana a las 11 de la mañana.

López de Uralde agregó que están muy satisfechos, "porque creemos que hemos conseguido el objetivo que nos habíamos planteado, que era paralizar el vertido de residuos".

AVISOPREVIO

Minutos antes de iniciar la acción, Greenpeace envió desde el "Sirius" un mensaje a la fábrica, en el que advertía del inminente bloqueo de la tubería e instaba a que suspendiese la producción y el vertido, para evitar que las instalaciones sufriesen daños. Según los ecologistas, poco después de recibir el escrito la factoría interrumpió los vertidos.

Según un informe de Greenpeace, Solvay es una multinacional europea dedicada a la producción de PVC (cloruro de polivinilo), sustancia tóxic para los seres vivos que es ampliamente utilizada, a pesar de que su componente fundamental, el cloroetileno, es un reconocido cancerígeno.

Este proceso de producción genera también, según el informe, gran cantidad de residuos y productos secundarios, así como emisiones a la atmósfera y vertidos al río de compuestos organoclorados, sustancias de elevada toxicidad, bioacumulativas y en su mayor parte carcinogénicas, mutagénicas y teratogénicas.

Los residuos sólidos de Solvay, afirma Greenpeace, hn sido incinerados hasta ahora en el buque incinerador "Vulcanus II", cuya actividad fue finalmente prohibida debido a sus graves efectos sobre el medio ambiente. Por este motivo, los residuos son actualmente incinerados en tierra.

DEGRADACION AMBIENTAL

El bloqueo de la tubería de vertidos de Solvay al Llobregat, que se produce a escasos metros de la toma de agua potable para Barcelona, es una de las iniciativas realizadas por Greenpeace dentro de la campaña de protesta contra la degradación ambientl producida en Cataluña por la actividad industrial y por la absoluta falta de control sobre la misma, afirmó un portavoz de los ecologistas.

Según la organización, la actividad de la empresa Solvay es un claro ejemplo del descontrol existente en la producción y gestión de los residuos tóxicos en Cataluña. A su juicio, el Plan de Medidas Urgentes para la Gestión de los Residuos aprobado por el Parlamento catalán no resolverá los problemas, ya que promociona la instalación de incineradoras, plantas de ratamiento físico-químico y vertederos.

El portavoz de Greenpeace-España, Xavier Pastor, declaró hoy, durante la acción de protesta, que "mientras se permita que empresas como Solvay continúen produciendo grandes cantidades de residuos tóxicos para ser vertidos al medio ambiente a través de distintas vías, no habrá plan de gestión que impida el envenenamiento progresivo del país".

Para este colectivo ecologista, la solución a la grave contaminación generada por los residuos industriales requiere,entre otras medidas, el uso de tecnologías limpias, la prohibición de generar productos en sí mismos tóxicos, la creación de un cuerpo de vigilancia ambiental que haga cumplir las leyes y sancione los vertidos ilegales y la libertad de acceso a la información sobre cantidad, tipo y peligrosidad de los residuos generados y emitidos por las industrias.