Los responsables de la patronal del metal explican que este deterioro de la producción industrial se ha debido fundamentalmente a la caída registrada por la demanda interna.

La debilidad de la demanda interna, junto con la fortaleza de determinados mercados asiáticos e hispanoamericanos y las ganancias de cmpetitividad derivadas de las sucesivas devaluaciones de la peseta, ha provocado, sin embargo, un significativo aumento de las exportaciones no energéticas, del 13 por ciento.

Por el contrario, la importación ha registrado un importante retroceso, debido a la bajada de la formación bruta de capital como consecuencia de un descenso de las importaciones de bienes de inversión del 22,5 por ciento en el primer trimestre del año, frente a un aumento del 10,3 por ciento en 1992. Las exportaciones de bienes e inversión aumentaron un 33 por ciento.

En cuanto al consumo de energía, según la patronnal del metal, prosigue en lo que va de año su tendencia descendente, que, en su opinión, refleja fielmente la creciente debilidad de la coyuntura económica general. El consumo de energía eléctrica cayó el 4,5 por ciento en el primer cuatrimestre, mientras el de gasóleo se redujo un 7,5 por ciento en los dos primeros meses del año.

Por lo que se refiere al sector metal, la patronal señala que el panorama "no s más optimista, a pesar del enorme esfuerzo exportador que están realizando las empresas para compensar la caída de la demanda doméstica y poder mantener unos niveles de producción y capacidad instalada".

Dentro de este sector, según Confemetal, las industrias que más exportaron durante el primer trimestre del año fueron las industrias fabricantes de bienes de equipo y de bienes intermedios.