La caída de la actividad se refleja en el Indice Sintético de Referencia (ISR) que el INE elabora a partir de una muestra de diferentes sectores, para hacer una estimación de la marcha de la producción nacional.

De acuerdo con esa estimación, el bajo crecimiento de la producción en el primer trimestre de 1991 no tiene precedentes desde el primer trimestre de 1985, en que también se situó por debajo del 1 por ciento.

Los expertos dl INE subrayan que el descenso en el ritmo de crecimiento rompe el estancamiento registrado en el segundo semestre de 1990, aunque todavía se mantiene en tasas positivas.

Señalan asimismo que la industria registra ritmos de crecimiento "muy bajos, incluso negativos" en la mayor parte de los sectores, al tiempo que disminuye la inversión en bienes de equipo e incluso la construcción ve reducida su actividad.

En el caso concreto de la industria, cuyo indice de producción registró una caída del 4 po ciento en el primer trimestre, el INE señala que la "evolución tan negativa" del sector obedece, en parte, a que la Semana Santa cayó este año en marzo, mientras que el año pasado lo hizo en abril.

En cuanto a la construcción, los rasgos más significativos son "el pulso firme que mantiene la obra pública y la prolongación de la atonía en la edificación residencial", con un continuo descenso de las viviendas iniciadas, sólo ligeramente paliada por un atisbo de recuperación de la construcción de vivienas de protección oficial.

Por otra parte, los aspectos positivos del primer trimestre señalados por el INE son el comportamiento del sector exterior y la evolución de los precios, que ha permitido mejorar la cobertura de la balanza comercial y reducir el diferencial de precios con la CE.

CONSUMO PRIVADO

El análisis de coyuntura del INE hace referencia también a la evolución del consumo familiar, que se redujo un 1,1 por ciento en el primer trimestre del año.

El consumo alimenticio creció u 2,5 por ciento, mucho menos que en trimestres anteriores, mientras que el no alimenticio disminuyó un 4,5 por cien.

Estos datos reflejan claramente el estado de ánimo pesimista de los consumidores españoles en los primeros meses del año, y la consiguiente tendencia al ahorro, como consecuencia de la crisis del Golfo y los anuncios de ajuste económico a que dio lugar.

No obstante, ese estado de ánimo parece haber sido superado recientemente por los empresarios, cuyas opiniones eran hasta marzo "fancamente pesimistas".

A ese respecto, según el INE, las encuestas de opinión ya disponibles en abril "registran una notable mejoría de las expectativas, observándose incluso un saldo de respuesta positivo para la tendencia de la producción y una reducción del nivel de stocks".