Los incidentes comenzaron con la entrada del ministro de Defensa, José Antonio Alonso, en el Hemiciclo, momento en que el acta recoge las protestas de Pujalte pidiendo la "dimisión" del que fue titular de Interior.

Desde los bancos socialistas, la diputada Carmen Sánchez Díaz pedía "un poco de respeto". Con ocasión de este revuelo, el presidente del Congreso, Manuel Marín, llamó al orden por primera vez al diputado popular.

La protesta de los bancos populares contra Alonso se debía a la reciente sentencia condenatoria impuesta a tres policías por haber detenido a dos militantes del PP en relación a una supuesta agresión al ex ministro de Defensa, José Bono, en el curso de una manifestación. Según los populares, el responsable último de estos hechos fue el entonces ministro de Interior.

Según el acta, unos minutos más tarde Pujalte volvió a la carga y dijo: "importa mucho la policía", al tiempo que "cruza las manos en forma de equis", como si fuera un detenido con esposas. El diputado popular recibió en ese momento la segunda amonestación del presidente del Congreso, que, además, le advirtió de que en la tercera ocasión le expulsaría.

Pujalte insistió en interrumpir a Marín diciendo: "señor ministro, que nos detienen", "¿no me va a detener?", "¡la policía!", "¡que me detengan!". Tras ser interrumpido en varias ocasiones, el presidente del Congreso ordenó la expulsión del diputado.

Esta decisión del presidente, debida a las continuas interrupciones del pleno por los gritos populares, motivó protestas en la bancada del PP, donde el diputado José Madero pedía: "¡que vengan las fuerzas del orden!".

Otros miembros del Partido Popular pedían a voces desde sus escaños "libertad" y "dimisión". El diputado Manuel Atencia aseguraba que el presidente del Congreso tiene "menos cintura que un armario" y la socialista Carmen Hermosín se lamentaba: "¡qué gallinero!", mientras la diputada popular María Salom retaba a "que venga Alonso a detenerle".

A partir de ese momento y a raíz de la intervención del portavoz del PP, Eduardo Zaplana, en defensa del diputado de su grupo, se oyeron gritos de "dimisión" que el acta atribuye al Partido Popular y "fuertes y prolongados rumores" que no identifica.

La bronca siguió en aumento con gritos de "fuera", "justicia", "a la calle" y "represor", dirigidos a Alonso en el momento en que intervenía desde la tribuna de oradores.

El calificativo más grueso que recoge el acta oficial de la sesión es uno pronunciado por la diputada del PP Ana Belén Vázquez Blanco, que, en respuesta a un "gesto" del socialista José Pliego, le llamó "payaso".