Estas declaraciones se producen en medio de la polémica que han suscitado las conversaciones de ACS y la eléctrica francesa EDF sobre una posible opa sobre la compañía que preside Ignacio Sánchez Galán.

Galán acusó la semana pasada a ACS, que controla el 12,4% de la eléctrica, de ser "su principal competidor", en lugar de un aliado, como correspondería a alguien que forma parte del accionariado.

En un encuentro con analistas financieros con motivo de la presentación de resultados, Pérez señaló que "no se puede decir que no hemos sido accionistas leales, fieles y deseosos de la prosperidad de la empresa".

En este sentido, apuntó que "a quienes más nos interesa que Iberdrola vaya bien es a nosotros".

El presidente de ACS explicó que en el tema de una posible operación sobre Iberdrola no se decidirá nada hasta después de las elecciones, y reiteró que es un asunto a "largo plazo".

El nuevo gobierno "definirá claramente cuál será su política energética", apuntó Pérez, quien agregó que serán "leales" a la misma.

Según el presidente de la constructora, "hay una oportunidad en España y si podemos la vamos a jugar".

"El objetivo es consolidar un grupo energético español, con lealtad a la política del Gobierno y donde la mayoría de los activos estén en manos de acciones españoles", reiteró Pérez.