Aunque según los plazos inicialmente previstos estos trabajos deberían haber concluido hace meses, Hifrensa informó a través de un comunicado que el acondicionamiento de residuos que está efectuando en la nuclear se desarrolla con normalidad y sin ningún riesgo para los trabajadores ni para el entorno.

Estas afirmaciones contrastan con la denuncia que hoy hicieron pública las asociaciones Aedenat y Acció Ecologista, según a cual uno de los elementos combustibles que restan por recuperar está dañado, por lo que sostienen que su manipulación supone un peligro de contaminación radiactiva para los trabajadores y el medio ambiente.

Las organizaciones ecologistas se refieren a uno de los dos cartuchos de uranio natural irradiado que figuran entre los diversos residuos, puesto que la vaina ha sufrido un proceso de deterioro.

Sin embargo, Hifrensa señaló que los dos cartuchos de uranio no suponen peligro alguno, "independentemente del estado de sus vainas, puesto que están perfectamente confinados y su propio nivel radiactivo es incluso inferior al del resto de residuos".

Asimismo, la empresa indicó que ya se han vaciado totalmente los residuos contenidos en dos silos, quedando únicamente otro por completar.

Las mismas fuentes señalaron que la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) puede iniciar el desmantelamiento de la central, aunque no hayan concluido los trabajos de acondicionamiento del grafito, uando lo autorice el Ministerio de Industria y Energía.