Las cuatro acerías que cuentan con detectores de radiactividad pertenecen a las empresas Acerinox y Sidenor y funden acero de alta calidad.

El secretario confederal de Medio Ambiente y Salud Laboral de CCOO, Joaquín Niet, declaró hoy en rueda de prensa que en el resto de acerías, que no cuentan con sistemas de detección de radiactividad, es más fácil que se produzca un caso de contaminación, ya que la chatarra es de menor calidad y las probabilidades de que esté contaminada son mayores.

Según el sindicato, en algún caso, como en Siderúrgicas Sevillanas, el detector de que disponía la instalación se inutilizó a pesar de que se activó en varias ocasiones, ya que estas empresas no están obligadas a contar con este tipo e sistemas.

Nieto indicó que el riesgo de que llegue chatarra contaminada o mezclada con fuentes radiactivas a las acerías de países occidentales aumentará en el futuro, ya que el sector está en expansión. Sólo en 1997 España importó seis millones de toneladas de chatarra férrica. En la actualidad, el 60 por ciento de la chatarra que se funde es importada.

Asimismo, recordó que CCOO advirtió en 1994 al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) del riesgo que entrañaba la posibilidad de que entrara chatara contaminada en España, por lo que pidió que se instalaran detectores de radiactividad en los accesos de las fundiciones, solicitud que no fue atendida

Por este motivo, el sindicato ha decidido ahora remitir una proposición no de ley a todos los grupos parlamentarios para que la debatan y aprueben.

La propuesta de la central insta al Gobierno a promover una legislación que regule el control de las partidas de chatarra que se funden en acerías y en instalaciones que trabajan con metales no férres, habitualmente con aluminio.

El texto exige la instalación de controles radiactivos en aduanas portuarias, las entradas de acerías y fundiciones, las salidas de humos de los hornos de estas instalaciones y en las empresas suministradoras de las chatarras.

Además, recomienda que se informe constantemente a los delegados de prevención de las empresas en las que existe el riesgo de que entren sustancias radiactivas, y propone reconocimientos médicos específicos y periódicos entre los trabajadores. Finalmente, la proposición no de ley insta al Gobierno a promover en las instancias correspondientes de la UE una regulación legal que permita aumentar el control sobre las chatarras que llegan a todos los estados miembros.