Acerinox evaluó inicialmente en unos diez miligramos la cantidad de cloruro de cesio que se quemó en el horno de su fábrica. Según Aedenat, de ser cierto este dato, la fuente quemada tenía una actividad de unos 0,7 curios.

Sin embargo, la organización ecologista mantiene que si son ciertos los resultados de los análisis realizados a las cenizas por el laboratorio francés CRII-RAD, la cantidad de cloruro de cesio incinerada sería de un gramo.

Aedenat sostiene que en ese último caso, la actividad de la fuente que se mezcló con la chatarra que entró en Acerinox oscilaría entre 50 y 100 curios.

Por este motivo, los ecologistas exigieron hoy al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que informe sobre la actividad de la fuente radiactiva que se quemó, ya que constituye un dato fundamental para conocer el verdadero alcance del suceso.