La llegada de España, Portugal y Grecia a la Unión Europea alteró la situación, pero no el régimen de ayudas, del aceite de oliva, que se había aprobado en 1966 cuando el principal prouctor era todavía Italia. El Tribunal de Cuentas cree que, más de 30 años después de la introducción de este sistema de ayudas comunitarias, la gestión no resulta ni eficiente ni fiable en el momento actual.

Según este tribunal, uno de los principales problemas es que los datos estadísticos proporcionados por los Estados miembros no se corresponden con la realidad, aunque la Comisión Europea ha desarrollado dos estudios -Olistat y Oliarea- para conocer de forma fiable el número de olivos, las superfices plantadas y los rendimientos.

Los resultados de dichas estimaciones son muy distintos a los calculados en anteriores estudios, mientras la Comisión Europea promete contar con datos definitivos y totalmente fiables en plazo breve.

La segunda observación del Tribunal de Cuentas con respecto a estas ayudas es que el precio indicativo de mercado establecido en el período 1989 a 1998 era menor que el de los precios reales, porque no tenía en cuenta los ingresos de los productores ni los costes de poducción. A esto, la Comisión se defiende alegando que el precio representativo de mercado se fijó de acuerdo con los criterios previstos para ello.

Por otro lado, el Tribunal habla del gran riesgo de que se produzcan excedentes de producción de aceite de oliva, ya que se ha observado que en 1997 y en 1998 aumentó mucho la producción, y que existen más árboles que los previstos hasta entonces. El Ejecutivo comunitario comparte esta preocupación por mantener el equilibrio entre producción y consumo.

La mayor crítica de esta institución es, a su juicio, que la Comisión Europea ha consentido retrasos "inaceptables" en la elaboración del registro oleícola, instrumento esencial para gestionar las subvenciones que se conceden. Mientras tanto, el Ejecutivo asegura que son los Estados de la UE los que deben realizar y actualizar el registro oleícola.

Por último, el Tribunal de Cuentas explica las numerosas irregularidades que se han producido en las solicitudes de ayuda al consumo y de restituciones ala exportación en el sector del aceite de oliva. Así, realizó una fiscalización en Grecia, España, Italia y Portugal -no así en Francia- donde se había recuperado casi el 100% de los importes pagados indebidamente. Fue así como la corte comprobó que existe una situación "irregular" y preocupante de fraude a expensas del presupuesto comunitario.