Esta mañana, en Roma, la junta de accionistas de Autostrade daba, asimismo, el visto bueno a la operación. La fusión fue anunciada por ambas compañías el pasado 24 de abril, tras la correspondiente aprobación de los respectivos consejos de administración.

El presidente de Abertis, Isidro Fainé, afirmó ante los accionistas que durante estas últimas semanas los equipos de las dos compañías "hemos trabajado intensamente con el fin de avanzar en un proceso que esperamos nos lleve a constituir el primer operador mundial en el ámbito de la gestión de infraestructuras para la movilidad, el transporte y las telecomunicaciones".

El nuevo gigante se va llamar Abertis, va a tener su sede en Barcelona y contará con una plantilla de unos 20.000 trabajadores en un total de 16 países, en los que gestionará un total de 6.713 kilómetros de autopistas. Además, estará presente aeropuertos, infraestructuras aparcamientos y plataformas logísticas.

Tras la fusión, los principales accionistas de Abertis serán Schemaventotto (24,9%), ACS (12,5%) Grupo "la Caixa" (11,7%), Caixa Catalunya (2,9%) y Sitreba (2,8%). Asimismo, los ingresos de la nueva Abertis superarán los 6.000 millones de euros y el resultado bruto (Ebitda) se aproximará a los 4.000 millones de euros, con unos fondos propios de 16.000 millones.

"De esta forma mantendremos nuestra posición como uno de los valores de referencia en la bolsas de Madrid y Milán, y pasaremos a ocupar la séptima posición en el Ibex 35 y la octava del selectivo MIB30 italiano", señaló Fainé.

La ecuación de intercambio finalmente propuesta es de 1,05 acciones de Abertis por cada acción de Autostrade, con un dividendo extraordinario a los accionistas de la compañía italiana por un importe de 3,75 euros, para mantener el equilibrio de valoraciones entre las dos compañías.

Está previsto que el consejo de administración de la nueva compañía tenga dos presidentes, uno por Abertis y otro por Autostrade, que serán los actuales presidentes de ambas compañías, Isidro Fainé y Gian Maria Gros Prieto, respectivamente.

LOS ESCOLLOS DEL GOBIERNO ITALIANO

A pesar del visto bueno que la operación ha recibido por parte de las juntas de ambas compañías todavía queda un largo camino por recorrer, puesto que el proyecto de fusión queda ahora pendiente del trámite de las autoridades de la competencia europea y de la aprobación del Gobierno italiano, de acuerdo con le dictamen emitido por el Consejo de Estado de este país el pasado 21 de junio.

También está prevista la notificación a los organismos reguladores de España e Italia, con el objetivo de que la operación se cierre definitivamente en el próximo mes de noviembre.

Tras la aprobación de Autostrade, tanto el Gobierno italiano como el ente público que tutela la concesión de las autopistas (Anas) han criticado la estructura del acuerdo. El más crítico, el ministro italiano de Infraestructuras y Transporte, Antonio Di Pietro, afirmó que la fusión no ofrece las garantías necesarias para la inversión en la modernización de las carreteras italianas.

No obstante, Fainé trató de tranquilizar a los accionistas, al señalar que una "parte importante" de los esfuerzos que se están llevando a cabo desde Abertis y Autostrade se han centrado impulsar los contactos con las autoridades italianas, con el objetivo de "crear un clima adecuado de confianza y transparencia mutua que facilite esta fusión".

Por su parte, el consejero delegado de Abertis, Salvador Alemany, destacó "el buen clima detectado en las diversas instancias de las autoridades italianas, con las que se iniciarán de inmediato las mesas de diálogo necesarias para aportar, con la máxima agilidad posible, las garantías requeridas sobre la solidez financiera".