Los resultados del informe revelan que el 63 por ciento de losfallecimientos de los hombres jóvenes se debe a muerte violenta, principalmente provocada por accidentes de tráfico, mientras en las mujeres jóvenes sólo un 40 por ciento de las defunciones obedece a esa causa.

Por otro lado, los ancianos constituyen el sector de la población en el que se producen más defunciones por muerte violenta, con un total de 174 muertes por cada 100.000 habitantes, sin incluir los suicidios.

Respecto a los suicidios, los resultados del sondeo establecen que por cada 100.00 habitantes, 40 hombres y 8 mujeres mayores de 80 años se suicidan en España, con la particularidad de que el número de hombres que toman esa decisión extrema dobla al de las mujeres, lo que produce la sobremortalidad masculina más diferenciadora.

Según la misma investigación, en España, donde el índice de mortalidad alcanza a 839 hombres y 728 mujeres por cada 100.000 habitantes, persisten elevados riesgos de muerte durante el primer año de vida.

Un peligro que baja hasta los 10 años de edad, apartir de la cual las probabilidades de morir aumentan de forma constante y progresiva, sobre todo una vez alcanzados los 30 años.

Las principales causas de mortalidad en nuestro país se producen por enfermedades del aparato circulatorio, que producen la mitad de las defunciones femeninas y el 40 por ciento de la masculina. Les siguen las que propicia el cáncer y, en tercer lugar, las debidas a muertes violentas.

Otro de los rasgos característicos que nos destacan es la sobremortalidad masculina ue está presente a cualquier edad y que es mayor durante la vida activa, extremándose en los jóvenes. Unicamente existe un grupo de enfermedades en las que se registra una mayor mortalidad femenina: las de la piel y el tejido conjuntivo.

El estudio, que pretende detectar la existencia de diferencias ante la muerte en la población española de la primera década de los años 80, indica también que "el nivel de vida de los países no está relacionado directamente con la longevidad de su población", ya que "spaña es el segundo del mundo con mayor esperanza de vida".

Finalmente, sus resultados consideran que los países que registran una mayor longevidad de sus ciudadanos son los que tuvieron un desarrollo económico más tardío, como los del sur de Europa.