Un niño que no lleva cinturón de seguridad o no está protegido correctamente en el asiento de un coche puede ser la única víctima de un fuerte y súbito frenazo, que, sin embargo, no provocaráninguna lesión a los pasajeros adultos.

Los traumatismos son la causa de muerte más frecuente en los niños, provocan más muertes que el cáncer, los defectos congénitos, la neumonía, la meningitis y las enfermedades cardiacas juntas.

Por otra parte, entre los bebés menores de un año de edad, cada año se producen casi 1.000 muertes debido a caídas, quemaduras, ahogos y sofocación. La lesiones también pueden causar invalidez; de hecho, por cada niño que fallece a causa de alguna lesión, 1.000 sobreviven, pero quedan discapacitados.

Según Juan Ruiz Canela, presidente de AEPAP, el 55% de los menores de 10 años no presenta ningún tipo de vigilancia o supervisión adulta en el momento del accidente, mientras que el 40% de los niños que sí estaban vigilados no realizaban actividades seguras y adecuadas para su edad.