Según los datos facilitados por la Dirección General de Tráfico, desde el 1 de abril hasta el 16 de mayo fueron detenidos en Barcelona 221 personas por conducir su vehículo bajo los efectos del alcohol, y si continua esta tendencia, a finales de año podrían llegar a unas 1.000.

A pesar de que para Antoni Riu es aún pronto para establecer una relación de causa y efecto entre las detenciones y los juicios rápidos y la disminución de accidentes en casi una terera parte, considera que la puesta en práctica de este sistema ha contribuido favorablemente a que los automovilistas presten más atención en las carreteras.

Según el director provincial de Tráfico, existe un prototipo de detenido por cometer infracciones en estado ebrio: "Se trata de un muchacho joven, conduciendo un turismo y sorprendido una madrugada de fin de semana con un índice muy alto de alcohol después de haber cometido una infracción". No obstante, Riu añadió que existen otros tipos de condutores que también las cometen, entre ellos mujeres y personas mayores.

Los resultados de las estadísticas realizadas en Europa sobre esta materia revelan que un 0,6 por ciento de los automovilistas conducen bajo los efectos del alcohol y que esta tasa provoca un 32 por ciento del total de los accidentes producidos en las carreteras españolas.

Por otra parte, según hizo público ayer el Instituto Catalán de Seguridad Vial, dependiente del departamento de Gobernación de la Generalitat, el 70 por cieto de las personas que murieron en los accidentes registrados en las carreteras catalans durante los últimos dos meses presentaba índices de alcoholemia superiores a los permitidos por la ley, de 0,8 milímetros de por litro de sangre.