Esa cifra incluye tanto a los 1.225 muertos en las empresas durante las jornadas laboral como a los 479 que perdieron la vida "in itinere", es decir, al ir o volver del trabajo, generalmente n accidente de tráfico.

El total de accidentes superó nuevamente el millón, al situarse en 1.157.113, prácticamente los mismos que el año anterior, cuando se produjeron 12.402 más, a pesar de que el empleo se redujo sensiblemente a lo largo del año.

Los siniestros que dieron lugar a baja médica ascendieron a 635.213 (frente a 693.310 en el ejercicio precedente). El mayor descenso se dio en la industria, que registró 261.545 accidentes con baja, 34.559 menos que en el 91. En la construcción hubo 17.202; en los servicios, 211.989; y en la agricultura, 34.477.

Un análisis más pormenorizado por ramas de actividad sitúa a la fabricación de productos metálicos entre las actividades más peligrosas, con más de 60.000 accidentes con baja, seguidas de las industrias de la alimentación, con más de 30.000.

También supera los 30.000 accidentes anuales con baja una actividad aparentemente tan poco peligrosa como el comercio al por menor, en tanto que no pasan de 500 los ocurridos en las industrias refneras, de gas natural y minerales radiactivos.

POR COMUNIDADES

La accidentalidad laboral disminuyó en todas las comunidades autónomas, como reflejo del descenso del empleo y de la mayor concienzación de los trabajadores sobre los riesgos que corren al desempeñar su labor.

Cataluña sigue siendo la autonomía con mayor siniestralidad total, al producirse 146.060 accidentes con baja, el 23 por ciento del total.

A continuación se sitúa Andalucía (89.340), Madrid (77.285), Valencia (71.879), Paí Vasco (38.978), Castilla y León (32.557), Galicia (30.241), Castilla La Mancha (23.740), Asturias (21.384), Canarias (20.788), Murcia (18.194), Aragón (18.024), Baleares (13.545), Navarra (10.911), Extremadura (10.042), Cantabria (7.797), La Rioja (3.726), y Ceuta y Melilla (722).

Los accidentes laborales suponen una pérdida de jornadas laborales que oscilan entre cinco y seis veces las dejadas de trabajar como consecuencia de las huelgas, en función de la conflictividad de cada año.

El coste prsupuestario de los accidentes laborales supera los 200.000 millones de pesetas anuales. En 1992, el Gobierno presupuesto 156.000 millones para todas las pensiones en vigor originadas por siniestros laborales, tanto en el 92 como en ejercicios anteriores.

También asignó otros 57.879 millones para prestaciones de Incapacidad Laboral Transitoria derivadas de accidentes, 2.583 millones a invalideces y 10.307 millones a indemnizaciones y otros conceptos.