La nota comienza señalando que, al carecer España de aviones de transporte estratégico, en enero de 2002 se formalizó un contrato con la agencia NAMSA, de mantenimiento y apoyo logístico de la OTAN.

Según el Estado Mayor, "ente los países cuyas fuerzas armadas utilizan estos aviones para el sostenimiento de sus contingentes en operaciones en el extranjero se encuentran, entre otros, Alemania, Austria, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Turquía y Croacia. De estos países, España, Turquía, Austria y Croacia contratan los vuelos a través de la agencia NAMSA".

El Estado Mayor de la Defensa asegura que se dirigió a NAMSA para que sacara a concurso público una oferta para contratar los mencionados medios aéreos. La adjudicataia de ese concurso, a nivel europeo, fue la empresa Chapman Freeborn.

El contrato suscrito, continúa la nota, detalla los tipos de vuelos a realizar y las condiciones de cada uno de ellos, incluyendo las especificaciones de seguridad que las aeronaves deben cumplir.

Los aspectos más destacados que se consideraron por NAMSA a la hora de adjudicar el citado concurso a Chapman Freeborn fueron: más de 30 años de experiencia en el sector del transporte aéreo, representación en España (Barcelona, Madri, Valencia, etcetera), cumplimientos de todos los requisitos incluidos en el contrato, alta disponibilidad y variedad de aviones en el mercado, y alta flexibilidad de las aeronaves ofrecidas, que tienen que operar, en ocasiones, en zonas de guerra o conflicto y con tripulaciones habituadas a este tipo de operaciones.

Las compañías aéreas con las que Chapman Freeborn fleta habitualmente los vuelos son: Volga Dnieper (Rusia), con aviones AN 124 y IL 76; Ukranian Air Mediterranean (Ucrania), con aviones AK 42; Transavia Export (Bielorrusia), con aviones IL 76; Euratlantic Airlines (Portugal), con aviones TRISTAR 1011; y Midwest Airlines (Egipto), con Aviones Airbus 310.

Según el Estado Mayor, "todas estas compañías cumplen los requisitos de seguridad establecidos en la normativa internacional de aviación civil", tal y como se exige en el contrato con NAMSA, y operan regularmente en aeropuertos de todo el mundo. Además, todo el pasaje y la carga que se transporte está cubierto por un seguro, en todos os vuelos, por un importe de 75.000 dólares por pasajero.

NAMSA, con el objeto de verificar que se respetan las condiciones de seguridad contempladas en el contrato, exige para cada vuelo, como condición previa a su aceptación, la siguiente documentación: certificado de aeronavegabilidad, en vigor y en regla; certificado de operador en regla; seguros de la aeronave, en vigor y en regla; y seguros de pasajeros, si los hubiera, cumplimentados.