El directo general explicó que, a primeras horas de esta tarde, la principal preocupación de las autoridades era la protección de las personas, debido al temor a una explosión en los tanques que permanecían repletos de crudo, y la preservación del medio ambiente, por lo que han desplegado una estrategia de cuidado de las playas, mejilloneras e intereses pesqueros.

Para ello, las tres administraciones destinaron a esas labores todos los medios disponibles en la zona, aunque solicitaron más a otras partes del paí. "Vamos a ir situándolos en la zona hasta que podamos controlar toda la situaciónn", agregó.

Según dijo el director general de la Marina Mercante a esta agencia, la extinción del fuego no es el objetivo inmediato, ya que "todo lo que está quemando nos evita que contamine y como no hay riesgos, parece que está mejor así la situación, por el momento".

Indicó que a primeras horas de la tarde, el petrolero permanecía encallado frente a la Torre de Hércules, a la entrada del puerto de La Coruña, al tempo que gran parte del barco ardía, a excepción de dos de sus bodegas cargadas de crudo.

Añadió que el vertido del petróleo al mar, de difícil cuantificación, provocaba una contaminación en progreso, aunque dijo que la gran nube de humo generada por el incendio no afectaba todavía de forma directa a la población, ya que a esa hora, el viento la dirige fuera de la ciudad.

Asimismo, dijo que, aunque la tripulación del buque no sufrió ningún daño, persistía el peligro para las personas que participn en las labores de extinción del incendio y control de la marea negra, así como para el vecindario de la zona, por el riesgo de explosión de las bodegas.

Finalmente, expresó su satisfacción por la coordinación con la que operaban todos los los medios de las distintas admnistraciones que participan en las labores de control del siniestro.