ACABAN LOS TRABAJOS DE LIMPIEZA DE LA CIBELES, A LA QUE UN GAMBERRO EMBADURNO DE PINTURA FLUORESCENTE
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Los empleados municipales retiraron esta mañana las vallas que desde el pasado 31 de agosto cubrían el monumento a la diosa Cibeles, una vez finalizados los trabajos de limpieza de conjunto escultórico, que fue víctima de la acción de un gamberro o perturbado que arrojó pintura fluorescente sobre la parte delantera de la estatuta.
Durante casi un mes, este monumento emblemático de Madrid ha sido sometido a una operación integral de limpieza, mediante la cual se ha conseguido eliminar la capa de pintura y, de paso, hacer desaparecer la suciedad producida por la contaminación.
Asimismo, el área de Vivienda, Obras e Infraestructuras ha decidido ampliar los trabajos de reparacón, con el fin de impermeabilizar el vaso, reparar y mejorar el sistema de iluminación, y reponer la jardinería.
La fuente de Cibeles, cuya construcción comenzó en 1781 durante el reinado de Carlos III, ha sufrido varias agresiones y reformas a lo largo del tiempo.
En 1931, fue mutilado el brazo que sostenía el cetro, al igual que las llaves que la diosa tenía en la otra mano. Ambas piezas fueron reparadas de inmediato.
En la Guerra Civil, y a pesar de los sacos terreros que intentaban proteerla, la estatua resultó muy deteriorada por las cargas de artillería.
Los impactos afectaron entonces al hocico y la pata del león izquierdo, así como a los rabos de los dos felinos. Al acabar la contienda, el monumento fue restaurado y se hizo una modificación de los juegos de agua y de las gradas.
En 1968 hubo otra reforma que consistió en desmontar la plataforma tumular ajardinada, ganando desnivel añadiendo otra taza concéntrica y de mayor diámetro que la original.
En 1980 se realizó un nueva restauración del conjunto, para reponer zonas perdidas o indebidamente añadidas en anteriores intervenciones, que afectaban principalmente a la diosa y los leones. En aquellas fechas se ejecutó el sellado de juntas y la impermeabilización exhaustiva de todo el monumento.
La Cibeles es una diosa "merengue", o al menos así lo consideran los seguidores del Real Madrid, que se encaraman a su carro o se bañan en la fuente para celebrar las victorias sonadas de su equipo. Sus eternos rivales, los afiionados del Atlético de Madrid, hacen lo propio en la estatua de Neptuno, situada a escasa distancia.
(SERVIMEDIA)
28 Sep 1992
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