El título de la obra es "Conversaciones con un pederasta. Manual para prevenir la pedofilia a través del diálogo entre una víctima y un verdugo", y llega a España de la mano de la editorial Martínez Roca.

Hammel-Zabin sufrió abusos sexuales por parte de su padre y su abuelo paterno desde los cuatro hasta los nueve años. Durante su trabajo como terapeuta musical de un centro de máxima seguridad en Estados Unidos trató al reo al que ha dado el seudónimo de "Alan", un pederasta homosexual recluido de por vida por haber abusado de unos 1.100 niños.

En el libro que ahora publica, la doctora reúne las cartas que le envío "Alan", en las que narra el proceso y las circunstancias que le llevaron a convertirse en pederasta y los recursos que empleaba para ganarse el favor de los menores.

"El objetivo de Alan", dice la autora en la introducción, "es informar sobre cómo proteger a los niños. Describe sus actos con toda sinceridad y el sentimiento de culpa subsiguiente; no pide la comprensión del lector ni se justifica; se limita a ilustrar el funcionamiento retorcido de la mente de un pederasta".

Para la doctora, los abusos sexuales en la infancia quizá sean el último tabú social, que esconde a un fenómeno que causa más estragos que el alcoholismo, el cáncer o incluso el sida.