EL ABUSO DE PODER Y LAS NOVATADAS EN EL EJERCITO SUPONEN EL 7% DE LOS CASOS DENUNCIADOS ANTE LA OFICINA DEL DEFENSOR DEL SOLDADO
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Siete de cada cien casos que fueron estudiados por la Oficina del Defensor del Soldado durante 1995 estuvieron vinculados con denuncias por abuso de poder, novatadas, extorsiones, coacciones o amenazas de las que fueron bjeto soldados de remplazo, según datos de la ODS a los que tuvo acceso Servimedia.
Entre las 1.960 consultas de mozos que, cumpliendo el servicio militar, acudieron a esta organización para denunciar las vejaciones sufridas, destacan también aquéllas referidas a "condiciones de vida impropias y trabajos no relacionados con el servicio", como camareros o recaderos.
Entre los casos denunciados, la ODS señala el del ex soldado R.A., un legionario sometido a malos tratos y que padece problemas psiquátricos "incurables", según revelan los informes médicos. Asimismo, intentó suicidarse más de 15 veces tras dejar el Ejército y actualmente está ingresado en un hospital psiquiátrico recuperándose de la experiencia vivida en la Legión.
La ODS refleja en su informe otros expedientes, algunos de los cuales se podrían catalogar como curiosos. Es el caso de J.D.B.C., un soldado que solicitó un cambio de destino porque le concedieron una OPLA (Oferta Anual de Plazas) para realizar el servicio militar como axofonista en una banda de música militar.
No obstante, le destinaron a un puesto de corneta. Aunque alegó que no sabe tocar la corneta y que lo suyo es el saxofón, el Ejército le ha amenazado con arrestarle si insiste en solicitar el cambio de destino, según el informe.
J.G.B. es un joven afectado de sacroileitis bilateral/espondiliar tropatia, que le impide moverse cuando sufre una crisis de esta enfermedad. Sin embargo, los médicos que le consideraron apto para el servicio tras examinarle alegron que en el momento de verle no sufría crisis y que, por tanto, se movía.
No obstante, el caso más singular de los que aborda la ODS es el de A.P.U., un mozo de remplazo para quien se solicita el indulto al Ministerio de Defensa. El ex soldado fue condenado a tres años de prisión militar por un delito de injurias a la bandera al probarse que, en una ocasión y mientras tomaba unas cervezas en la cantina de su cuartel en Melilla, afirmó lo siguiente: "Me cago en la bandera".
A.P.U. alegó en su deensa que no estaba acostumbrado a beber y, asimismo, durante el juicio expresó su arrepentimiento espontáneo tras proferir dicho insulto contra la enseña nacional. Hoy sigue cumpliendo condena en la prisión militar de Picassent (Valencia).
Otros apartados destacados en los que trabaja la Oficina del Defensor del Soldado son los referidos a sanciones por abandonos del cuartel y/o sanciones disciplinarias (3.080 consultas); por el conflicto en la ex Yugoslavia, como atención a los padres y familiares delos soldados (1.120), y por siniestros a raíz de accidentes ocurridos durante la prestación del servicio (280).
(SERVIMEDIA)
29 Mayo 1996
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