La sentencia absuelve de todos los cargos a tres de los activistas encausados y dicta penas de seis meses de prisión por delito de desobediencia a la autoridad para el que fuera capitán del "Rainbow Warrior", buque insignia de Greenpeace, durante la acción, Daniel Rizzotti. También obliga a una multa de diez días por una falta contra el orden público para Phillip Walter Lloyd, uno de los tripulantes.

Según un comunicado difundido por la organización ecologista, ahora los responsables de Greenpeace estudian la posibilidad de recurrir la condena del capitán.

"La sentencia se ajusta mucho más a los hechos que la acusación desproporcionada y abusiva de la Fiscalía.", declaró Juan López de Uralde, director ejecutivo de Greenpeace.

"Esta sentencia cierra una etapa negra marcada por el intento de silenciar a Greenpeace y sus campañas. De alguna manera nos sentimos reforzados tras esta sentencia que reconoce la encomiable labor de nuestra organización. Seguiremos trabajando, como hasta ahora, por la defensa del medio ambiente y la paz", señaló.

Tras conocer la sentencia, la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, se sumó a la satisfacción por la absolución de tres de los activistas de la organización. Según dijo, las penas de cárcel de 12 años que solicitaba en un principio la fiscalía eran un escenario "completamente exagerado".

En este sentido, y en el marco de unas jornadas sobre responsabilidad medioambiental, Narbona señaló que los daños al medio ambiente "son los que tienen que ser perseguidos, prevenidos y por los que se tiene que asumir una responsabilidad".