Los hechos se remontan al 28 de mayo de 1987 cuando cerca de 200 empleados del hospital realizaron una concentración en el vestíbulo del hospital para portestar por el establecimiento del tope salarial del 5 por ciento y la no aplicación de la Ley de Libertad Sindical en los centros militares.

La dirección del centro, donde se celebraba un convención científica, montó un cordón de seguridad formado por soldados y miembos de la Policía Militar, armados con metralletas.

Ante las protestas de los trabajadores, la dirección accedió a que los soldados fueran desarmados, momento en el que un hombre y una mujer agredieron indistintamente al cabo Eugenio Manuel Sánchez del Valle y al soldado Francisco Mondragón Lambies, que recibió una patada en los genitales.

Según la sentencia, los agredidos contaron lo ocurrido al cabo José Luis Gallardo, quien, aunque no presenció los hechos, atribuyó la autoría a los procesados, personas muy conocidas en los medios laborales del hospital por su intensa actividad sindical", y a los que ya les habían abierto expedientes disciplinarios por otros motivos.

Sin embargo, ninguno de los militares golpeados pudo identificar a los agresores y el tribunal absuelve a los procesados para los que el fiscal pidió sendas penas de 2 años, 4 meses y 1 día por undelito de maltrato a fuerza armada.

La Confederación General de Trabajadores y el Colectivo Autónomo del Ministerio de Defensa, dnunciaron antes del inicio del juicio que los procesados eran objeto de "una clara y rotunda persecución" por parte del ministerio debido a su pertenencia a sindicatos no oficiales.