Según la sentencia, “la actuación del acusado no constituyó un delito, pues ni los actos por sí mismos, ni por la forma en que fueron ejecutados, ni por su número, ni por el lapso temporal en que se realizaron permiten considerar la existencia de hostigamiento, aunque los mismos generasen una inquietud muy relevante tanto a la cuidadora como a los padres de los menores”. La resolución puede ser recurrida ante la Audiencia Provincial de Madrid.

En el juicio celebrado la pasada semana, Montero e Iglesias relataron que temieron por la seguridad de los niños porque no sabían hasta dónde llegaría el periodista procesado, y su comportamiento les obligó a cambiarlos de escuela infantil. Los hechos denunciados se produjeron entre noviembre y diciembre de 2019 y, por ellos, la Fiscalía solicitaba un año de cárcel para el periodista.

Por su parte, los letrados de la pareja solicitaban dos años de prisión para Entrambasaguas, el alejamiento del periodista con respecto a los menores y una indemnización de 10.000 euros por un delito de acoso a personas especialmente vulnerables por razón de su edad.

La denuncia exponía que el redactor llamó reiteradamente a la cuidadora de los pequeños, cuyo teléfono móvil consiguió a través de los vecinos, y también llamó de forma insistente al telefonillo de la vivienda donde estaban los pequeños. Además, entró en las zonas comunes de la urbanización en las que a veces estaban los pequeños "portando en alguna ocasión cámaras de grabación” y preguntando a los vecinos, incluso menores, usuarios de las zonas infantiles de la comunidad.