Según la sentencia, AdriánMatas padece enajenación mental, por lo que "concurre la circunstancia modificativa de irresponsabilidad criminal".

Frente a los 10 años de prisión solicitados por el ministerio fiscal, el magistrado Antonio Castro Feliciano ha ordenado el internamiento del joven en un centro psiquiátrico, del que no podrá salir sin autorización del tribunal, aunque su período de internamiento no superará los 20 años. Además, Adrián Matas deberá indemnizar a Sebastiana Herrera, heredera de su madre, con quince millone de pesetas.

Los hechos ocurrieron el verano pasado en la vivienda familiar, en el sur de Gran Canaria, cuando Adrián Matas empujó a su madre escaleras abajo y le golpeó la cabeza con un calentador y una sartén.

Posteriormente clavó varios cuchillos en el cuerpo de su madre y remató su acción golpeándola otra vez en la cabeza con una bombona de gas butano, hasta provocarle la muerte por traumatismo cranealencefálico. El joven fue detenido horas después cerca del domicilio.