Según la Audiencia Provincial, Cañada Simón fue absuelto al no estar probada la resistencia explícita de la vícima.

El tribunal de la sección segunda de esta Audiencia considera en la sentencia que la conducta del acusado podría constituir otra modalidad de agresión a la libertad sexual, como es el estupro.

Los hechos sucedieron en agosto de 1989, cuando el joven disfrutaba de un permiso en el Servicio Militar y esperó a que su novia estuviera en la puerta de su domicilio, en la localidad ciudadrrealeña de Socuéllamos, hasta que ésta llegó acompañada de otras dos jóvenes.

En aquel momento, el acusadoentabló conversación con la novia y se fueron, sin que se conozcan las causas, a un callejón cercano, donde se produjo la presunta violación.

Mientras realizaban el acto sexual, la joven asestó tres puñaladas con una navaja a su novio.