Sin embargo, según publica hoy el diario "Levante", la joven, Rosa S.R., de 27 años, no pudo aportar pruebas que convencieran a los jueces, que han acordado la absolución del curandero.

La presunta víctima denunció en 1993 en Valencia que Eugenio T.G., al que acudía desde hacía años como curandero, abusó sexualmente de ella aprovechando na consulta para atenderle de sus dolencias de estómago, derivadas de problemas psiquiátricos. Además, aseguró que lo que necesitaba era "un polvo diario".

Al ser absuelto por el juzgado de lo penal, la denunciante recurrió a la Audiencia Provincial de Valencia, cuya sección quinta ha desestimado el recurso por considerar que no hay pruebas contra el acusado.